Japón

Lo de 'Lost in translation' no era una exageración

Nippon.com

Tradición y modernidad se dan la mano en uno de los países con más personalidad del continente asiático. Japón, que hasta la mitad del siglo XIX cerró sus fronteras a los avances que llegaban de occidente, se abrió finalmente al mundo después de la amenaza por parte de Estados Unidos de atacar sus costas si no salía del aislamiento. A partir de aquí el país abandonó el sistema feudal e inició un proceso de modernización que lo ha convertido en uno de los estados más avanzados tecnológicamente. Aún así, esta rápida transformación no ha conllevado la pérdida de una cultura milenaria que sigue muy presente en la sociedad japonesa.

Templos, jardines zen perdidos entre montañas y santuarios sintoístas muestran la espiritualidad que ha caracterizado siempre a los japoneses y son el mejor ejemplo para que el visitante entre en comunión con la población local. Por otro lado, las grandes ciudades exponen el frenesí un tanto atolondrado en el que está inmersa la sociedad japonesa. Quien decida pasear por sus calles encontrará pequeños restaurantes de comida rápida japonesa, se cruzará a jóvenes disfrazados de personajes de manga y, con un poco de suerte, hasta podrá avistar a geishas girar apresuradamente una esquina por la calle.

LUGARES IMPRESCINDIBLES

Kioto

La ciudad de las geishas y las maikos está llena de templos y santuarios; Santuario Fushimi Inari-Taisha, Pabellón Dorado, Ryoan-ji y el templo Kiyomizudera, son algunos de los lugares que visitar en Kioto más imprescindibles. Tampoco puedes dejar de pasear por el Camino de la Filosofía o el Bosque de Bambú de Arashiyama, buscar una geisha por el tradicional barrio de Gion, recorrer la calle Pontocho y Ninenzaka, entre otras de las muchas cosas que ver y hacer en Kioto.Puedes hacer varias excursiones, de uno o dos días con el tren bala y el Japan Rail Pass, entre las que más destacan son a Kobe, Miyajima, Hiroshima, el Castillo Himeji, Osaka y Nara.

La Isla Aoshima

Famosa por la abundancia de gatos, tanto que es conocida como la Isla de los Gatos y gracias a esto se convirtió en un destino turístico especialmente popular entre los amantes de los gatos y los instagramers que viajan a la isla especialmente por los mininos. A pesar de ser un punto turístico imprescindible para “los locos de los gatos”, no esperes pasar la noche rodeado de mininos. La isla no tiene ninguna tienda, hoteles o restaurantes, tampoco existen coches en sus calles. Solo cuenta con un ferry, que acude a la isla dos veces al día y que limita su número de pasajeros a un máximo de 34. Debido a la ausencia de actividad comercial, se ha convertido en una de las islas más limpias de la zona.

El Monte Fuji

Es un fotogénico volcán sagrado, la cima más alta del país y una de las mejores excursiones en Tokio. En verano mucha gente aprovecha el buen tiempo para subir a la cima o practicar alpinismo. El Fuji se puede ver en días despejados desde Tokio, sobre todo entre los meses de mayo hasta septiembre, aunque es recomendable hacer una excursión de un día para verlo de más cerca. Hay varios lugares desde los que se tienen unas grandes vistas del Fuji como la zona de Hakone, el Lago Kawaguchiko, el parque Arakurayama Sengen de Fujiyoshida o desde el mismo tren bala, entre otros muchos. Una cómoda opción es reservar un tour con audioguía en español.

Tokio

Ciudad con templos, rascacielos, tradiciones milenarias y tecnología de última generación, en la que en muchos momentos te sientes como en un viaje al futuro. Una ciudad como esta, con semejante índice de población, que en otros países sería inviable, aquí podemos decir que fluye sin grandes aglomeraciones. Podemos destacar el atardecer sobre Tokio desde la isla de Odaiba, subir a la Torre de Tokio, comer el mejor sushi cerca de Tsukiji, sorprenderse en la calle Takeshita Dori, cruzar el paso de peatones de Shibuya o recorrer los barrios de Ginza, Akihabara o Shinjuku. Puedes hacer varias excursiones aprovechando el Japan Rail Pass como Kamakura, Yokohama, Nikko o ver el Monte Fuji.

El Castillo Himeji

Uno de los castillos más impresionantes del mundo y uno de los lugares que tienes que ver en Japón. Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, es de los pocos que se conservan de la Edad Media. Ha estado durante muchos años en restauración pero desde principios del 2015 luce en todo su esplendor y ha vuesto a ser una de las visitas estrellas del país. Este castillo recibe el sobrenombre de “la Garza Blanca” por su color blanco y está construido en un monte rodeado de cerezos, que en primavera lo convierten en una de las postales de Japón. Desde Kioto puedes ir en el tren bala o reservar una excursión que incluye la ciudad de Kobe.

Shirakawa-go

El pueblo del río blanco, es una aldea histórica situada en los alpes japoneses. Destaca por la arquitectura de sus casas construidas al estilo Gassho-zukuri con sus tejados de paja que parecen dos manos colocadas en posición de oración y que son útiles para soportar la gran cantidad de nieve de aquella zona.Para llegar a Shirakawa-go tienes que coger un autobús en Takayama, que te dejará allí en poco más de una hora. El pueblo es muy pequeño y en unas 3 horas puedes visitarlo, aunque no debes olvidar subir al mirador, ya que las vistas desde allí son realmente increíbles. Eso sí, si lo haces con nieve, tienes que tener cuidado, ya que es un poco peligroso.